El mandatario ucraniano y su antecesor, Petró Poroshenko, son requeridos por un delito del Código Penal ruso, sobre el que no se han entregado más detalles.
Kiev acusó "desesperación" de Moscú y comparó que la orden de detención de la Corte Penal Internacional sobre Vladímir Putin "es real y ejecutable en 123 países".
Las manifestaciones de un ministro español sobre el presidente argentino provocaran una reacción airada de su oficina contra su homólogo europeo.
Madrid apeló a los vínculos "fraternales" entre ambas naciones y una "larga trayectoria histórica de logros comunes" para dar por superada la controversia.